En los procesos que se refieren a la Seguridad informática, que corresponde a cualquier medida que impida la ejecución de operaciones no autorizadas sobre un sistema o red informática, cuyos efectos puedan conllevar daños sobre la información, comprometer su confidencialidad, autenticidad o integridad, disminuir el rendimiento de los equipos o bloquear el acceso de usuarios autorizados al sistema.
Y los Riesgos, se refiere a los procesos que permiten analizar lo que son los factores internos y externos. En cuanto a factores internos, debemos revisar lo que es la competencia, la tecnología, la cantidad de documentación con la que contamos, la calidad de la documentación o los criterios de aceptación o rechazo. En relación a los factores externos como los políticos, los ambientales, los sociales, tecnológicos y los legales.
Haciendo referencia a la definición de criterios, nos lleva a que una vez que tengamos toda esta información, hay que configurar una política de gestión de riesgos y de seguridad, las cuales nos permitirán actuar de forma concreta en las técnicas a implementar para poder hacer una adecuada valoración del riesgo, la vulnerabilidad, controles, etc y en consecuencia, su tratamiento.
Su función principal implica el fortalecimiento constante de las estructuras internas a fin de que estas puedan relacionarse y agregar valor al producto o servicio final. Por ello, integra mejores prácticas de gestión, monitorizando el rendimiento obtenido y el retorno de la inversión en tecnología.
Su implementación conduce a la empresa a alcanzar ventajas competitivas sostenibles con las cuales pueda elevar la calidad de servicio y la cobertura de mercado, siendo aspectos que están ligados a la adecuada administración de la liquidez y rentabilidad.
El gobierno de TI, actúa en la planificación, organización, adquisición, implementación, mantenimiento, soporte y control de todos los recursos tecnológicos que la empresa utiliza, permitiendo que estos generen beneficios de alto impacto que apoyen a la empresa a mejorar su gestión.
Es por ello que se vuelve, fundamental la alineación a las estratégias de la empresa, generando el máximo valor posible para alcanzar un mayor desarrollo que genere beneficios a los clientes, proveedores, personal, socios y la sociedad en general.